Las mulas y los ladrones
Dos mulas bien cargadas con paquetes andaban con dificultad por el camino. Una cargaba sacos con dinero, y la otra llevaba granos.
La mula que llevaba el dinero andaba con la cabeza erguida, como si supiera del valor de su carga, y movía de arriba abajo las campanas sonoras sujetadas a su cuello. Su compañera seguía con el paso tranquilo y silencioso.
De repente unos ladrones se precipitaron sobre ellas desde sus escondrijos, y en la riña con sus dueños, la mula que llevaba el dinero fue herida con una espada, y avariciosamente tomaron el dinero sin hacer caso del grano.
La mula que había sido robada y herida se lamentó sus desgracias.
La otra contestó:
--Estoy en efecto muy contenta de que fui despreciada, pues no he perdido nada, y tampoco me hicieron daño con herida alguna.--
Autor: Esopo
Moraleja:
La ostentación bulliciosa de la riqueza sólo trae desventuras.