Para el Papá de mis hijos
Cuando te fuiste pensaste que era la mejor decisión de tu vida, que dejabas todo lo malo atrás y te embarcabas en una nueva aventura.
Espero así haya sido, que todo te haya salido como lo pensaste.
Mientras tú salías de nuestras vidas, de la de tus hijos y la mía, pase muchas noches en vela, llorando y pidiendo a Dios que volvieras.
Sólo miraba a mis hijos y decía:
“Dios dame fuerzas, porque no podré sola”, día a día pensaba cual había sido mi error para alejarte de nosotros.
El tiempo ha pasado y el dolor terminó, hoy entiendo que sí, tomaste la mejor decisión, pero no para ti, si no para nosotros, comprendí que no merecemos a alguien como tú a nuestro lado, porque tú no sabes el significado de la palabra “Familia”.
Mientras tú estás con alguien más, nosotros nos tenemos los unos a los otros, en las buenas y en las malas, y cada día nos embarcamos en una nueva aventura, así como hemos llorado también hemos reído.
Tú no sabes lo que se siente que te despierten con un beso y te susurren “te quiero mucho mami”.
Tampoco sabes la adrenalina que se vive al ver a mis hijos lograr algo nuevo y la satisfacción al verlos aprender algo nuevo cada día, por creer que te embarcabas en una nueva aventura, te estás perdiendo las mejores aventuras de tus hijos y sobre todo los mejores momentos.
No te puedo negar que el miedo en mi está latente porque no soy perfecta y puedo cometer muchos errores con mis hijos, pero estoy completamente segura que mi padre Dios no me deja ni me dejará, de su mano y como hasta ahora me ha dado las fuerzas para llevar los dos papeles de “PADRE Y MADRE” lo seguirá haciendo hasta el último día, para poder hacer de mis hijos, unas personas de bien.
No te reprocho nada, porque con el hecho de estar sin ellos ya tienes suficiente, sólo quiero agradecerte por no seguir a nuestro lado para arruinarnos la vida, por dejarme ser una “MADRE SOLA” y así tener el amor de mis hijos, solo para mí.
Y no te preocupes que no les hablaré mal de ti, pero tampoco bien porque no mereces ni siquiera que mencione tu nombre, solo le diré lo que necesiten saber.
De ti depende la constancia que tengas en la vida de mis hijos y como te vean,
el “Respeto” te lo ganas tú, no se los puedo imponer yo.
Que Dios te bendiga y que la vida te de lo que te mereces y te has ganado
a pulso con tus acciones, porque nosotros escribimos nuestro propio destino y recibimos lo que damos.
Espero que aún sigas pensando que tomaste la mejor decisión de tu vida...
Orgullosamente:
MADRE SOLA